LA LIJA - Saluda primero dispara después

Ni Usurero ni Cobranza ni Mercante se cebarán sobre lo que de popular admita el Pueblo en estos cantos y melodías. Desque son de esa misteriosa criatura; para que con ellas aprenda su espíritu, brujulee su tiempo y juegue su rumbo. Junto a toda la constelación de lo suyo, le colaborarán en vida y enseñarán a morir. Que nuestro pueblo tenga a bien cazar sus perdices; que sea hoy de a Viento como fue antes de a caballo. Que convoque sus fragmentos, que sea, y que sea en valentía y fuerza y ternura, y que en su todo quepa su infinito. Y más luego, en el imposible fin, llegados a ese lugar al que no se llega, quiera el pueblo desamordazar nuestras tumbas y pagarnos estas milicias con la eternidad de los sueños que le soñamos. Y que mueran todos sus enemigos.