La botella al mar de Alejandro Tantanian
04/06/2021 07:45
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Tarde pero seguro: la nota la hicimos a mediados de mayo, pero léanla que vale la pena.
Lucky Delgado y Ana Marangoni de La Conspiración Inútil conversaron con Alejandro Tantanian, -dramaturgo, director, actor, guionista, libretista de ópera, docente y traductor-, a raíz de Proyecto Zip, una experiencia virtual gestada en 2020 junto a otrxs 16 artistas. Es el primer proyecto en usar la aplicación que creó Alternativa para poder crear propuestas interactivas multimediales.
Además, repasaron su rol como dramaturgo y reflexionaron acerca de la importancia del texto teatral en una puesta (El Caraja-ji, El periférico de objetos) y sobre su cargo como Director del Teatro Nacional Cervantes (2017-2020)
Escuchá la entrevista:
O en Spotify: https://open.spotify.com/episode/78GZx4dYPPSbYYGOrt12g7?si=SnaHiD0xSZ2CWvOwhA4cFw
Proyecto Zip
La extensa trayectoria de Alejandro Tantanian en el mundo del teatro como director, actor y autor de innumerables obras, hoy lo encuentra, luego de más de un año de pandemia, dirigiendo Proyecto Zip: un colectivo de diez obras realizadas por 16 artistas de diversas disciplinas: letras, cine, teatro, artes visuales, fotografía, arquitectura. Son obras breves (entre 2 y 4 minutos) y se presentan agrupadas aleatoriamente en un “combinado” de cuatro o cinco.
Como explicó su director, en marzo de 2020 comenzó a dictar de manera virtual el seminario de escritura que da todos los años: “Lo que empecé a notar era un grado de compromiso con el trabajo mucho mayor. Esa necesidad de estar en ese espacio, para pensar, respirar, escribir, de estar ocupados en lo que nos importa y nos interesa. Ahí tiré una especie de botella al mar al grupo para ver si podíamos reunirnos por fuera de las clases y dieciséis se entusiasmaron”, relató. Siete meses después nació Proyecto Zip.
Estas diez obras - algunas auditivas, otras audiovisuales, o ambas- no están unidas por nada más que la ausencia de un cuerpo: “Eso sí queríamos mostrarlo. Si bien es una experiencia escénica, -entre comillas porque no hay “escena” en términos convencionales de lo que es la ceremonia del teatro-, el factor común es la ausencia de un cuerpo performático. Están las voces, hay imágenes, pero no hay nada vivo, o ‘en vivo’, en todo caso. Eso construye un espectador muy activo. La idea es que el cuerpo sea el del receptor”.
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La importancia del texto teatral. El Caraja-ji y El Periférico de Objetos
“En principio, yo defiendo el carácter literario de la escritura teatral, considero a la dramaturgia o al teatro escrito, a las obras como parte de la literatura. Hoy nadie podría decir que Shakespeare no forma parte del canon literario, y su producción en un 90% es dramática”, comentó Tantanian.
A pesar de esa valoración de la obra escrita, el dramaturgo diferenció ambas propuestas. El Caraja-ji estaba conformado por ocho autores quienes hacían clínica de obra, donde la centralidad estaba puesta en el texto. En cambio, en El Periférico de Objetos, la obra escrita fue una excusa, un disparador para el elenco de titiriteros del Teatro San Martín, que buscaron “trabajar en el lado b o en la antípodas de lo que hacían en el teatro, buscando una idea más periférica, más marginal respecto del teatro de objetos”.
En líneas generales, Tantanian ve a la escena teatral de Buenos Aires como texto-céntrica. Sin embargo, prefiere moverse entre aquellas obras y las que el texto es un elemento constitutivo mas de toda la puesta, como hizo en Los Mansos en 2005 (adaptación de El Idiota de Dostoyevski): “Cada propuesta va dictando prioridades. Creo que el autor teatral escribe un texto y el director cuando lo lleva a la escena, vuelve a escribirlo, en concordancia y con otras herramientas que no son las letras, los fonemas, sino que es eso más el espacio, el tiempo, los actores, el sonido. La práctica, las voluntades estéticas y las búsquedas que uno tiene, son las que van llevando”.
El trabajo del director es re-escribir el texto teatral en escena, ya sea su autor o no, en pos de generar otro discurso y encontrar un otro yo, “porque sino, uno vería el mismo Hamlet todo el tiempo. Lo interesante es que un texto reviste infinitas posibilidades de interpretación y el teatro tiene esa fascinación, que es la de tomar textos preexistentes y volverlos a escribir”.
La experiencia en la dirección del Teatro Nacional Cervantes
"La oferta vino de parte de Enrique Avogadro. La verdad que tener a cargo el Teatro Nacional, al que considero el más importante del país, me parecía un desafío que estaba bueno tomar", relató el director. Una vez asumido el cargo, tenían en claro la línea editorial que perseguían, los objetivos y las hipótesis. Una de las intenciones, como explicó Tantanian, fue insertar al TNC en la contemporaneidad de Buenos Aires:
"Buscamos repensar lo identitario, porque es un teatro nacional con el nombre de un autor extranjero, el único caso en el mundo. Intentamos desentrañar ese problema, porque a su vez el teatro tiene una voluntad federal, con un presupuesto que está bien, pero con el que se puede trabajar en términos porteños. En el estatuto de origen del TNC no existe tampoco esa voluntad. Se fue generando a partir de algunas direcciones artísticas. Obviamente no nos parecía para nada desacertado seguir con eso".
Otro de los objetivos que mencionó fue el de entender al teatro como foro de discución. Así explica la programación de eventos como la "Asamblea de las Mujeres", donde buscaban debatir sobre géneros y feminismos, o "Marx nace", que revisitó al filósofo en el bicentenario de su nacimiento.
Partiendo de la idea de que cualquier elección de programación es parte de una línea editorial y por ende, de una mirada sesgada, Tantanian celebró la cantidad de artistas que tuvieron lugar en el TNC esos años y la respuesta del público que hubo gracias a esa "renovación": "El público respondió de una manera increíble masivamente. Estuvimos tres años, renovamos ese espacio, lo pusimos nuevamente en el horizonte de los espectadores de teatro de esta ciudad. Logramos terminar las obras edilicias que permitieron sacar esos andamios que estuvieron durante 14 años ocultando la fachada, hoy reconstruida”.
Gestión macrista en la cultura, despidos y conflictos salariales históricos en el TNC con les trabajadores.
“Eso fue la parte más difícil porque yo no tengo una formación de gestión política. El problema de esos espacios es que son cargos políticos, y lo artístico debería estar disociado de lo político, pero en un país como este se hace muy difícil esto. Cuando se perdieron las PASO [agosto 2019], hubo un vacío de poder y un problema grave, pero fue una cuestión de una política gremial. Los gremios estaban disconformes desde tiempos inmemoriables. Yo acompañaba esos pedidos sin problema, en términos de que los salarios eran bajos, pero un director del teatro no tiene potestad sobre la política salarial, eso lo tiene que manejar el Ministerio de Trabajo o en ese momento, Secretaria de Cultura". Posicionándose ajeno a "la ideología del macrismo" así como a la del "del kirchnerismo ni del peronismo", Tantanian señaló que "tener una posición de tercera posición en un país tan polarizado se vuelve muy difícil”.
Una de las preguntas apuntó a reflexionar acerca del por qué se suele dar que los gobiernos de derecha o neoliberales permiten programaciones como las que hubo en el TNC durante la gestión de Tantanian, que muchas veces se presentan como críticas a dichos gobiernos, a lo cual respondió que “Entiendo que un gobierno popular va a querer algo más acorde a su política cultural. El peronismo siempre ha tenido un vínculo muy estrecho con la cultura, forma parte de su construcción política. En el caso de la derecha, le prestan demasiada poca atención. Creo que nosotros pudimos hacer, porque nos dejaban hacer....".
Público/Popular
Tantanian puso el foco por fuera de lo popular: "el TNC estaba lleno de gente".
"Mi voluntad fue que el teatro fuese un teatro público, con todo lo que eso significa. Desarrollamos una políticas de teatros inclusivos en donde se permitían funciones especiales para personas ciegas o sordas, cosa que no se había hecho nunca. Entendimos lo público como algo para todos, que no tiene que ver directamente con lo popular. Lo popular es como un paraguas demasiado poco claro. Me parece que una gestión cultural pública, es una gestión que no le resulte indiferente a la población. Y eso fue lo que pasó. Quizás por eso también no pudimos permanecer. Si vos recorres un poco la historia de los gestores de teatro que no hacen mucho ruido, siguen en los mismos lugares. De hecho el Teatro San Martín tuvo la fuerza que tuvo porque replicó sistemáticamente todo lo que nosotros hicimos. También fue entender, estando en la gestión pública durante 3 años, que no es el lugar para hacer esos cambios que puedan permanecer, lo cual es tristísimo darse cuenta de eso.. pero es así. Si haces mucho ruido, te mandan a la dirección, unos, los otros o los propios o los ajenos. Y si estás tranquilo dándote la mano con el establishment y el no establishment te quedas, porque todo funciona así. Los políticos se pelean en la televisión nada más y nosotros creemos que se pelean en serio"
Relecturas posibles con 15 meses de pandemia encima
Tantanian pensó en Cuando despertamos los muertos, la obra de Ibsen que iba a cerrar la temporada 2020 y que la pandemia impidió que se viera por primera vez en el país. Al parecer, este año se va a hacer la puesta en la sala María Guerrero, con la traducción que preparó el equipo del ex director del TNC."Sin saber lo que iba a pasar, de alguna manera está ahí eso", indicó Tantanian en relación al vínculo que observa entre dicha obra y lo vivido el último año. También rescató a Emily Dickinson como uno de los ejemplos de la historia en Occidente que "que permiten repensar este momento. Me parece también importante que cuando volvamos no volvamos a lo mismo. Pensar que aquella normalidad era lo bueno es olvidar que nos trajo hasta acá. Entonces estaría bueno repensar inclusive el teatro".
El horizonte del dramaturgo fue pesimista, pero apostó a la unión de la comunidad teatral: "Cuando se retire esto, vamos a ver de verdad el paisaje después de la batalla y va a ser horrible. Ya lo es, entre compañeros que se mueren, teatros que cierran. Son momentos muy duros y me parece que lo que hay que intentar es refundarnos. Es necesario que la comunidad esté unida, que no haya estas cosas horribles al nivel de la política tan vergonzosas, de un signo y del otro. Me parece que es pensar en el bien común y nosotros como hacedores de lugares que son para encontrarse, volver a tejer esa red comunitaria y entender que la salida no es volver a donde estábamos porque nos trajo hasta acá”.